Pasado, presente y futuro. Simples tiempos verbales. Tiempos verbales que acaban convirtiéndose en cárceles. Porque todos queremos disfrutar los pequeños momentos, en eso se basa la vida y la felicidad, ¿no?
Pues no todo el mundo opina igual. Hay gente que no se da cuenta de lo que está viviendo porque vive enterrada en recuerdos. Pierde su valioso tiempo rememorando momentos felices sin darse cuenta que está perdiendo la oportunidad de vivir otros que lo serán aún más.
Gente que se olvida de que está viviendo para labrarse un buen futuro con un trabajo digno de arruinar cada tarde de su juventud encerrado en su habitación delante de un libro. Porque no se da cuenta de que está en la flor de la vida, donde los problemas no existen con unos buenos cascos y la música a todo volumen. Porque se está perdiendo su adolescencia, no esta haciendo locuras, riéndose, divirtiéndose, ¿todo para qué? Para que cuando sea un cuerentón barrigudo con hijos y mujer sin ganas de volverse loco con los amigos, se dé cuenta de que llevar traje y un sueldo alto a casa cada día, le a costado perderse la época más feliz de su vida. Época que ya nunca va a poder recuperar. Porque mira atrás y no tiene recuerdos que rememorar. Porque ha perdido el pasado, el presente y no tiene ningún futuro que labrar.
Así que, yo os doy un consejo, ¡os pido un favor! Disfrutad ahora que sois jóvenes, pero no olvidéis los recuerdo que os han hecho felices, renovádlos. Y no olvidéis el futuro, pero que no se convierta en vuestra cárcel.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
sábado, 8 de septiembre de 2012
Corazón de peón.

Quiero ganar la partida a aquellas personas que se creen mejor que los de mi misma condición, los peones. Que luchamos por una convivencia digna de ajedrez. Defendiendo nuestras creencias, nuestra reina. Quiero demostrar a todos esos reyes que me sacan de mis casillas que no pueden con nosotros. Que somos pequeños, pero les doblamos en número y podemos hacer ruido, ¡estamos haciendo ruido! Manifestaciones, vídeos en YouTube, entradas en blogger, todo vale para defender a nuestra reina. Por mucho que los reyes nos intente frenar, si todos los peones estamos unidos no podrán con nosotros. Porque la unión hace la fuerza, ¿verdad?
miércoles, 5 de septiembre de 2012
The happiness.

Lo siento si sois del tipo de gente que he nombrado ahí arriba. No me río de vosotros, ni mucho menos. Pero espero que con lo que voy a deci... escribir ahora entendáis el por qué de mi actitud.
La felicidad se encuentra en cada uno de los momentos que no dais la mínima importancia de vuestra vida. Suena muy típico, ¿verdad? Pero verei... leereis.
El dinero sí da la felicidad, ¡para que mentir! Siempre y cuando no te marchite y te endurezca el corazón. Con un poco de dinero puedes estudiar en el extranjero, el sueño de muchas personas, por ejemplo.
¿La familia y los amigos? Todos necesitamos una mano que nos levante del suelo cuando tropezamos y que de una patada a la piedra para que no vuelva a ocurrir. Siempre y cuando tú también chutes las piedras de los demás, claro está.
El amor... Las mariposas en el estómago... Sinceramente yo no soy creyente del amor, ni medias naranjas, ni pollas. Pienso que son simples hormonas que sirven para que la gente se reproduzca y la raza humana no se extinga. Pero para los creyentes, deseo de todo corazón que todos y cada uno de vosotros encontréis a vuestra media naranja a la que llamar princesa, bollito, gordi o peluchín.
Pero todo lo anterior no es imprescindible. La felicidad está en el chocolate caliente que te tomas en invierno, cuando estás helado o helada de frío. En que tu grupo favorito suene en la radio. La felicidad está en que te sonrían por la calle. En encontrarte un euro en el suelo. En la sensación de ducharte con agua caliente cuando has tenido un día duro. ¡En comerte un donuts de chocolate sin importarte las calorías. La felicidad está en vivir.
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