miércoles, 30 de octubre de 2013

"hola"

Hoy me he cruzado con él y le he saludado. Su cara de sorpresa ha sido casi cómica. Me ha devuelto el saludo. Yo corría en dirección a mi casa, huyendo de mi mal humor. Sentía una ira tan intensa que me asustaba. Pero le he visto y después de dos años le he saludado. Quería demostrar que he madurado, al menos un poco. Que no me importa el daño que me intentara hacer. El que me ha hecho. Le he dicho "hola" y he seguido andando al mismo ritmo. Muy rápido. Me he sentido liberada de ese peso. Es un imbécil, me di cuenta hace mucho tiempo de ello. La buena noticia es que ya no me importa.

jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Para qué una vida?

Si me pongo a reflexionar sobre la vida... ¿por qué vivimos? ¿para qué? Siempre llego a la conclusión que somos como las hormiguitas a las que pisamos, diminutos. Dentro de dos minutos, dos años o cuarenta, algo sucederá, y entonces, nuestra vida llegará a su fin. La muerte no es justa, simplemente es muerte. Y entonces, ¿para qué vivimos? Ahí es donde los caminos se bifurcan, porque cada persona decide dedicar estos míseros instantes en los que nuestro corazón late para algo. Unos buscan amor y felicidad, otros lujos, otros hacerse famosos, otros marcar huella en el mundo de los vivos. Otros no quieren esta oportunidad. Se tiran por la ventana o por el ático. Se toman un bote de pastillas. Se rajan la muñeca. Beben veneno. Dejan de comer. Mueren. Pero sea cual sea lo que buscas en la vida, solo te puedo decir una cosa: arrástrate por el infierno si hace falta, pero si es tu decisión vive como quieras. O no vivas.

jueves, 20 de junio de 2013

Hard smile

¿Si os digo que sonriáis me haréis caso? Probablemente vuestros labios se curvarán y la esquina de vuestra boca ascenderá. Pero eso es tan solo un gesto sin sentimientos reales. Por lo tanto, ¿qué se debe hacer cuando queremos que una persona sonría? Depende del caso, claro está. Cada persona es única, diferente, especial. Pero si quieres hacer sonreír a una persona es porque te importa, por lo tanto no supondrá un gran trabajo informarte por sus gustos. ¿Le gustan las fresas? Le das fresas. ¿Le gustan los tutús? Te vistes de bailarina y das unos cuantos giros. ¿Ama que la acaricien el pelo? Se lo tocas hasta que este se cae. ¿Quiere la Luna? Con cuidado la coges y se la entregas.
¿Qué más da lo difícil que sea si a cambio consigues una sonrisa de aquella persona?
Cigarette